Ainhoa Arteta barajó ir a Eurovisión y así valora al ganador de este año

Wasted Love, la canción defendida por el austríaco JJ fue la ganadora de Eurovisión 2025, imponiéndose al tema israelí aupada por las maniobras del televoto cuando el jurado había colocado a Yuval Raphael en el 15º lugar. Austria fue la más valorada por el jurado, seguida por Suiza que recibió cero puntos de voto del público. Por tanto la victoria de Austria fue indiscutible con la interpretación de un cantante lírico, un contratenor, que abordó una interpretación vocal excelente (y muy diferente de los temas comerciales 'festivaleros') en una puesta en escena donde luchaba contra la tempestad bamboleante en un barco a la deriva. Una puesta en escena desarrollada por un español, Sergio Jaén, que ya deslumbró el pasado año con la propuesta de Irlanda.

El antepenúltimo puesto de Melody con Esa diva se ha convertido en motivo de preocupación por la falta de respaldo entre los espectadores, como ha pasado en los últimos dos años, con Blanca Paloma y Nebulossa. Las actuaciones españolas no enganchan, por estilo, idoneidad, sin desmerecer el esfuerzo de los cantantes y las delegaciones. La cantante sevillana llegó a ilusionar pero no fue entendida fuera, como se suele resumir entre los eurofans.

La soprano Ainhoa Arteta ha participado en El programa de AR de este miércoles, con Ana Rosa Quintana en Telecinco, valorando la actuación de Melody y reconociendo su esfuerzo y méritos. La consagrada cantante, una de las grandes voces españolas, ha reconocido que fue tentada para presentarse en Eurovisión, una oportunidad para mostrar su versatilidad. La agenda de los cantantes líricos, con compromisos cerrados a lo largo de todo el mundo desde mucho tiempo antes impidió que la idea fuera más allá de la suposición. Arteta hubiera sido una destacada representante eurovisiva.

Pero precisamente ella podía estar miércoles valorar la interpretación del ganador, JJ, y poner en relieve méritos de la ejecución vocal. "Es muy difícil esa interpretación en movimiento", señalaba Arteta por los gestos y vaivenes que debía acometer el náufrago musical entre la tempestad virtual creada en el escenario.

Unas inclinaciones y giros que convertían en más complicada la limpieza en la voz del contratenor y sin que se percibiera esfuerzo ante el espectador, manteniendo la narrativa. Ha sido un tema en ganador en línea con el de 2024, el suizo Nemo con The Code y su coreografía en equilibrio.

La idea de contemplar a Ainhoa Arteta, vinculada a la ópera y la música clásica, en un universo de la música pop hubiera sido en cualquier edición algo llamativo. En las redes sociales han surgido voces que les gustaría imaginar su presencia en el escenario de Eurovisión.

Antes de los dos últimos ganadores, el festival ha dada cabida a interpretaciones líricas clásicas, como sucedió con la formación italiana Il Volo, en 2015; o la estonia Elina Nechayeva en 2018, así como en parte podríamos incluir a Conchita Wurst, la austríaca ganadora en 2014 con Rise like a Phoenix.

La tolosarra Ainhoa Arteta Ibarrolaburu, nacida en 1964, debutó en primera línea de la ópera en 1990 en Estados Unidos, tras ganar el certamen Opera Music Theater de Nueva Jersey. A partir de ahí su trayectoria fue brillante e imparable. Antes de ese debut pudo llegar la idea más firme de haber podido representar a España en Eurovisión.