Google Android XR, gafas inteligentes con traducción en vivo y mucha IA
La plataforma de la compañía para dispositivos de realidad extendida da forma tanto a visores inmersivos como a gafas de uso cotidiano.
Las novedades de Google en inteligencia artificial para revolucionar la comunicación y la búsqueda

Además de desplegar un amplio catálogo de novedades relacionadas con la inteligencia artificial que llegarán a casi todos los servicios de la compañía a corto o medio plazo, Google también mostró en la sesión inaugural de su conferencia de desarrolladores, Google I/O, la última versión de sus gafas inteligentes, Android XR.
Android XR es en realidad la plataforma para dispositivos de realidad extendida, que da forma tanto a visores inmersivos (tipo Apple Vision Pro) como a gafas inteligentes de uso cotidiano (como las Ray-Ban de Meta).
Esta nueva generación de gafas incorpora Gemini, el asistente de inteligencia artificial de Google, y promete revolucionar la forma en la que los usuarios interactúan con su entorno digital y físico.
Un salto importante
Las gafas Android XR representan un salto importante respecto a proyectos anteriores de la compañía en este campo, como las recordadas Google Glass.
Tras más de una década de trabajo en el concepto de gafas inteligentes, Google da ahora un paso firme hacia una experiencia más madura y funcional, con un producto diseñado no solo para el ámbito profesional, sino también para el uso diario.
Según la compañía, estas gafas permitirán a los usuarios acceder a sus aplicaciones sin necesidad de sacar el teléfono del bolsillo, gracias a una integración directa con Android y Gemini.
Una pantalla integrada opcional
Equipadas con cámara, micrófonos y altavoces, las gafas funcionan en sincronía con el teléfono móvil del usuario. Además, incluyen una pantalla opcional integrada en la lente que ofrece información de forma privada, como mensajes, mapas o recordatorios.
Uno de los aspectos más destacados de la presentación fue la función de traducción en vivo: durante la demostración, dos empleados de Google mantuvieron una conversación en farsi e hindi mientras las gafas ofrecían traducción simultánea al inglés. Aunque la funcionalidad falló en uno de los intentos, mostró el potencial de este tipo de dispositivos para derribar barreras lingüísticas en tiempo real.
El diseño
Más allá de las funciones prácticas, Google ha prestado especial atención al diseño del producto. Para ello, ha establecido alianzas con marcas de moda como Gentle Monster y Warby Parker, con el objetivo de ofrecer gafas que los usuarios quieran llevar puestas todo el día.
La empresa ha anunciado una colaboración más profunda con Samsung, con la que trabaja en una plataforma conjunta de hardware y software para apoyar a todo un ecosistema de desarrolladores y fabricantes.
Android XR no solo dará soporte a gafas, sino también a visores inmersivos como el anunciado Project Moohan de Samsung, previsto para finales de este año.
Estos dispositivos permitirán vivir experiencias inmersivas en una pantalla infinita, donde Gemini será capaz de interpretar el entorno del usuario y ejecutar acciones de forma contextual, con solo iniciar una conversación con el asistente.
Ni fecha ni precio
Por el momento, Google no ha confirmado ni la fecha de lanzamiento ni el precio final de estas gafas Android XR.
A modo de referencia, las gafas inteligentes más asequibles del mercado actualmente -las Ray-Ban Meta- tienen un precio de partida en torno a los 300 dólares.
El mercado de las gafas inteligentes
Este movimiento de Google se enmarca en una carrera tecnológica que empieza a acelerarse.
Meta ya ha logrado cierta tracción con sus gafas inteligentes desarrolladas junto a Ray-Ban, que permiten capturar vídeo, tomar fotos y usar comandos de voz, aunque su enfoque es menos ambicioso en términos de realidad aumentada avanzada.
Por su parte, Apple ha apostado por la alta gama con sus Vision Pro, un dispositivo que mezcla realidad virtual y aumentada con una sofisticada interfaz visual, pero cuyo precio (superior a los 3.000 dólares) lo sitúa de momento fuera del alcance del público general.
Frente a estos dos extremos, Google parece buscar un equilibrio: unas gafas con inteligencia artificial integrada, capaces de asistir al usuario de forma contextual, pero con un diseño discreto y atractivo que permita su uso cotidiano.
El éxito dependerá, en gran medida, de su precio, su autonomía y de cómo logre ganarse la confianza de los usuarios en cuestiones clave como la privacidad y la utilidad real del dispositivo.
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