Pilar Alva-Martín, soprano en el Festival de Música y Danza: "Tenemos buenos compositores o intérpretes de aquí, debemos valorarlos y darles el lugar que merecen"
La intérprete granadina ofrecerá este sábado un concierto de homenaje a su tío abuelo, Juan Alfonso García, que fue organista de la Catedral de Granada
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Granada/La soprano granadina Pilar Alva-Martín está desarrollando una importante carrera musical en Europa, en escenarios de Suiza (donde ha realizado su formación) o Alemania. Esta temporada debutó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y a finales de este año interpretará el Mesías de Händel junto a la Orquesta Ciudad de Granada. Está también preparando un disco con obras inéditas de su tío abuelo, Juan Alfonso García, y Valentín Ruiz-Aznar.
Juan Alfonso García (1935-2015), autor de medio millar de obras musicales, fue organista de la Catedral de Granada durante 47 años, Hijo Predilecto de Granada, Académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, comisario del Festival Internacional de Música y Danza de Granada y miembro del Patronato de la Casa-Museo Manuel de Falla, entre otros cargos. Ahora, en el décimo aniversario de su muerte, una exposición y un concierto muy especial recordarán su figura.
Alva-Martín, junto al pianista Stefano Arena, ofrecerá, en el que es su debut en el Festival de Granada, el concierto titulado Juan Alfonso García y la Nueva Música en Granada en el que interpretará obras de su tío abuelo, entre ella el reestreno de Gritando su dolor (compuesta en 1977), así como obras de Manuel de Falla y Joaquín Turina. El concierto será el sábado 28 de junio en el Crucero del Hospital Real a las 12:30 horas.
Pregunta.—¿Qué significa para usted cantar por primera vez en el Festival?
Respuesta. -Una felicidad inmensa. Imagínese lo que supone para mí debutar en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Llevo viniendo desde que era niña, mi madre me traía a los conciertos cuando tenía apenas tres años. Así que, como granadina, siento que esto es como volver a casa pero de una forma muy especial: poder ofrecer un recital con tanto peso emocional y artístico.
P.—Un recital, además, que tiene como eje la figura de su tío abuelo, el compositor Juan Alfonso García.
R.-Sí, él es el gran protagonista del programa, que hemos confeccionado con muchísimo cariño. Junto a su obra, incluimos también piezas de Manuel de Falla y Joaquín Turina. Creíamos que la estética de los tres compositores creaba un diálogo muy interesante. Es un programa que, si tuviera que definir con una palabra, diría que es conmovedor. Tiene contrastes, diferentes estilos, pero todo se enlaza de manera muy orgánica. Cada obra ha sido seleccionada con esmero y creo que el público lo va a sentir así también.
P.—¿Una de las piezas es prácticamente un estreno?
R.-Sí, Gritando su dolor, de mi tío abuelo, podría considerarse un reestreno. Solo se interpretó una vez, en 1998, aquí en Granada. A veces, cuando una obra no ha vuelto a sonar desde entonces, se habla de reestreno. También incluimos sus lieder, interpretados en los años noventa, y que yo, junto al pianista Stefano Arena, hemos llevado a festivales en Suiza con muy buena acogida. Tenía muchas ganas de presentarlos por fin en Granada.
P.—¿Qué vínculo personal tuvo con Juan Alfonso García?
R. -Tuve la suerte de tener una relación muy cercana con él. Vivíamos en el mismo edificio y compartimos muchísimos momentos. Era el hermano de mi abuela, y yo pasaba muchas tardes en su casa o en la de ella, donde él iba con frecuencia. Siempre fui una amante de la música, así que me acercaba a él buscando consejos, escuchándolo todo. Me acompañó hasta mis 20 años, falleció en 2015, y su presencia en mi vida fue muy constante. No fue un tío abuelo lejano, sino alguien muy presente, y me siento muy afortunada por haber compartido tanto con él.
P.—¿Conserva algún consejo suyo que haya sido especialmente importante para usted?
R. -Sí, varios. Ahora mismo estoy escribiendo un artículo para un libro que se editará en colaboración con la Biblioteca y el Centro de Documentación Musical, y recordaba uno en particular. Cuando murió su amada, compuso un ciclo de lieder, y yo tenía mucha ilusión por empezar a estudiar el primero. Pero él me dijo: “No, vas a empezar por el tercero, Paisaje, sobre un texto de Lorca”. Como si ya supiera que mi voz encajaría con ese ciclo. Me dio siempre muchos consejos sobre estética musical, sobre cómo ser fiel a la esencia de la música, y eso lo llevo muy presente.
P.—Comparte este recital con el pianista Stefano Arena. ¿Cómo surgió esa colaboración?
R. -Nos conocimos hace seis años en Lausana, Suiza, donde ambos cursábamos nuestros estudios superiores y másteres. Coincidimos en una asignatura sobre música contemporánea y enseguida comenzamos a tocar juntos. Decidimos formar un dúo y desde entonces hemos ganado concursos, presentado proyectos a fundaciones, y sobre todo, nos hemos volcado en el estudio de la obra vocal de mi tío abuelo. Queremos completar su producción para canto y piano. Es un proyecto que nos ilusiona mucho y estamos muy contentos de poder presentarlo por fin en Granada, después de haberlo hecho en Suiza.
P.—Aunque no es la primera vez que actúa en su ciudad.
R.-No, he tenido la suerte de cantar en distintas ocasiones. Con la OCG, por ejemplo, interpreté Orfeo y Eurídice. También he participado en el FEX. Pero este recital supone mi debut oficial dentro del Festival Internacional de Música y Danza y, sin duda, con un programa especialmente significativo para mí.
P.-Además, este año ha debutado también en el Teatro de La Zarzuela.
R. -Sí, en mayo. Participé en la producción Cómicas, una creación del propio Teatro de La Zarzuela que reivindica la figura de las tonadilleras del siglo XVIII. Fue un trabajo conjunto con Forma Antiqva, el maestro Aarón Zapico, las sopranos María Hinojosa y Yone Martínez, y la actriz Cristina Medina. Se trata de música que no se interpretaba desde el siglo XVIII, así que también ha sido una labor de recuperación patrimonial y una reivindicación del papel de esas mujeres, valientes y rompedoras para su época. Tuvimos cuatro funciones en Madrid y esperamos poder llevarla a más teatros y festivales.
P.-El Festival también ha querido homenajear a su tío abuelo con una exposición. ¿Qué le parece esta iniciativa? ¿Cree que en Granada se ha valorado su figura como merece?
R.-Estoy muy emocionada. Mi madre y mi prima, herederas del legado musical de Juan Alfonso, colaboran en esta exposición con Reinaldo Fernández Manzano y han hecho un trabajo magnífico. Puede verse en la Casa de los Tiros y creo que ya era hora de que se dedicara un espacio así a su figura. Agradezco mucho al Festival y a su director, Paolo Pinamonti, que hayan impulsado esta propuesta. Muchas veces se tiende a mirar hacia fuera, hacia figuras internacionales, y no se valora lo que tenemos cerca. Esta exposición es muy visual y sensorial: nada más entrar, ya se escucha su música. Hay objetos personales, partituras, una zona audiovisual y un árbol cronológico que permite entender sus vínculos con otros compositores, como Falla, a través de su maestro Valentín Ruiz Aznar, y también su magisterio posterior sobre autores como García Román, Sánchez-Verdú o Guerrero. Lo que hoy se denomina la Escuela Granadina de Composición. Es, de verdad, entrar en el universo de Juan Alfonso García.
P.-Un homenaje que llega, además, en un momento muy especial.
R. -Sí, justo en el décimo aniversario de su fallecimiento. No lo digo porque sea un familiar mío, lo diría de cualquier granadino con una aportación artística de este nivel. Allá donde voy, hablo bien de Granada, porque la quiero mucho. Y creo que si tenemos buenos compositores o intérpretes de aquí, debemos valorarlos y darles el lugar que merecen.
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