Danny Boyle vuelve a la invasión zombi con ‘28 años después’
El prestigioso cineasta británico presenta en Madrid su nueva película acompañado de los actores Jodie Comer y Aaron Taylor-Johnson.
Bailar hasta el fin del mundo

Madrid/El británico Danny Boyle (Radcliffe, 1956) es uno de esos creadores que nos ayudan a entender el cine de las últimas décadas, ya que algunas de sus películas han trazado el mapa audiovisual en el que en la actualidad nos encontramos. Tras unas primeras producciones televisivas, en los 80 y 90, su debut en las pantallas llegó con Shallow Graves (A tumba abierta), en 1994, que también marca el inicio de su colaboración con el actor Ewan McGregor y el guionista Alex Garland, con los que volvería a repetir, dos años después, en 1996, con la impactante Trainspotting. Una película que no tardó en convertirse en un fenómeno social, y en la que abordaba con crudeza y realismo el mundo de la droga y sus consecuencias, aderezada con una fastuosa colección de canciones del pop británico que cabe entenderse como la banda sonora de toda una generación. Tras esta llegaron La playa (2000), con Leonardo Di Caprio, o Slumdog Millionaire, en 2009, ganadora de ocho Oscar, incluidos los de película y director. En los últimos años, Boyle ha entregado títulos tan sugestivos como Steve Jobs (2015) o Yesterday (2019).
En este 2025, Danny Boyle regresa con una nueva entrega de la saga que inició en 2002, y que contó con una segunda, en 2007, 28 semanas después, dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo, y con producción del también español Enrique López Lavigne y del propio cineasta británico. Retoma Boyle en 28 años después la dirección, y adjudica los papeles protagonista a Jodie Comer (a la que hemos podido ver en El último duelo, 2021, o en la serie Killing Eve) y al también británico y ganador de un Globo de Oro, Aaron Taylor-Johnson, por la soberbia Animales nocturnos (2016). Los tres ofrecieron este viernes una charla en la Academia española de Cine, en Madrid.
Filmado buena parte del metraje con iPhone, para dotar de mayor realismo a las imágenes, Boyle ha recuperado para 28 años más tarde a su guionista fetiche, Alex Garland (autor de la novela de La playa y director de Ex Machina, 2015) para componer una obra en la que la simbología vuelve a contar con un gran protagonismo. Así como el barroquismo de las imágenes, donde la violencia impacta sobre la pantalla y las retinas de los espectadores de forma directa, casi sin filtro. La sangre salpica la cámara. Boyle reconoce que en la primera entrega, 28 días después, y también en la que llegará a las pantallas el día 20 de este mes, hay “mucho de homenaje a George A. Romero, que no es un director que yo haya seguido especialmente, pero sí Garland, aunque nosotros planteamos unos zombis mucho más atléticos y veloces, que complican mucho más las situaciones y las escenas”, dice un director al que apasiona “el montaje de la película, porque es lo que le da sentido a todo”.
Por su parte, Taylor-Johnson explicó que “el rodaje fue muy divertido y grato, ya que Danny es una persona muy afectiva”, y que para este actor británico fue muy especial al coincidir con su hijo en la ficción, Alfie Williams, que interpreta a Spike. “Me recordaba a mí, porque yo también fui un niño y un adolescente en rodajes de películas y series, rodeado de adultos, y en muchos casos no tuve el calor y la empatía que hubiera necesitado, y por eso con Alfie he tenido mucho contacto, he tratado de que me sintiera siempre muy cerca”. Sobre este asunto, Jodie Comer, la escurridiza y fría asesina de la serie Killing Eve, comentó que “dos semanas antes de iniciar el rodaje, pactamos cómo iba a ser nuestra relación con Alfie (Williams) para que se sintiera bien mientras grabábamos”.
El 20 de junio llega a las pantallas 28 años después, inicio de nuevas entregas, al menos una trilogía, que se estrenarán en los años venideros. Distopía, apocalipsis y zombis, ingredientes de un cóctel que cuenta con miles de seguidores.
También te puede interesar
Lo último