"Si me criticaban por ir corta, más corta iba"
Merche | Cantante

FE Y TESÓN. Más de 20 años en el candelero musical dan para una entrevista en más profundidad, pero el espacio es limitado y Mercedes Trujillo Callealta, Merche (Cádiz, 1974), se adapta de maravilla para hablar de su prolífica carrera, de su vida, de su hija y de sus genes carnavaleros. La autora de Abre tu mente o Si te marchas presentó a finales de febrero Tengo fe, un tema en el reivindica que no hay que perder nunca la esperanza. Como es su caso.
–"Hola, ¿qué tal estás? Soy Juan"... ¿Está harta de la bromita u orgullosa de que sea un clásico?
–Que tras 22 años se recuerde esa frase es para estar orgullosa. La discográfica dudaba, pero insistí y hoy es un clásico del pop. Me lo dicen casi a diario y es como un sello personal.
–¿No era mejor nombre artístico Luna que Merche?
–Merche me define mejor. Luna me alejaba de quien soy. También pensé en Amanda, ¡imagínese...!
–Más de 23 años de carrera, escribe sus canciones, acumula éxitos... ¿Quizás por llamarse Merche no es reconocida como debería?
–Me parecería absurdo. No tiene que ver con el nombre, quizás con mi imagen inicial, porque me rebelaba y si me criticaban por ir tan rubia con minifalda corta y tacón alto, más rubia y más corta me ponía. Mónica Naranjo es un ejemplo de que el talento supera cualquier nombre. El público es inteligente y valora la música.
–Escribe canciones que son segundas partes de grandes éxitos, ¿las cosas han cambiado desde entonces o ha cambiado de opinión?
–Con la edad se madura, pero mi pasión sigue igual. Por los 20 años no quería el típico disco de aniversario y se me ocurrió esta idea de las segundas partes.
–Igual los muy jóvenes no la identifican a la primera, pero suena un tema suyo en una fiesta o un karaoke y lo cantan a voz en grito... ¿Cuál es el secreto?
–Hacerlas con alma conecta con la gente. Y trabajo, estudio, no dejar de actualizarte e intentar sorprender.
–Mi compañera Laura (24 años), mi amiga Anita (39) y el padre de mi colega Pablo (69) son grandes fans de usted. Canta para todos los públicos.
–A mis conciertos vienen abuelos, hijos, nietos. Qué guay seguir llegando a gente no sólo de mi generación.
–Tengo Fe, su nuevo single, lo lanzó en Cuaresma. ¿No será una saeta?
–No me lo había planteado, pero le voy a dar una vueltecita. Las saetas son complicadillas, ¿eh?
–¿En qué tenía fe la Merche de 25 años y en qué tiene fe la actual?
–Era muy ingenua, me lo creía todo. En la vida tropiezas, caes, te llevas desengaños con amistades y amores. Pero sigo creyendo en ella, ahora con más experiencia.
–Saltó a la fama con Eurocanción, precedente de Operación Triunfo. ¿Cuántos millones de veces la han confundido un triunfito?
–No salté a la fama ahí. Trabajaba de secretaria de dirección en Astilleros, fui a Madrid a cantar y no sabía para qué era. Ahí quedó y volví a Cádiz. Al año y pico firmé con Vale Music. Eurocanción fue una aventura.
–¿Y la confundían?
–Al principio. Vale sacó OT y salimos a la vez, en 2002. Iban todos los chavales de OT, más David Civera, King África y yo. Nos confundían muchísimo. Decía de broma que había ganado OT1, como si la gente no conociera a Rosa... Aquello fue un fenómeno mediático-social enorme, la gente no tenía ojos ni oídos para nada más. Fue duro hacerse un hueco, pero aquí estamos veintitantos años después.
–En Mi amiga María habla de que recibe una fotopó... ¿A qué se refiere...?
–Es Carnaval, Cádiz. Escribo al amor y al desamor en Tengo fe, Eras tú o Si te marchas; otra vertiente es de discoteca, como en Abre tu mente; y hago canciones de humor, sarcasmo, ironía. Mi amiga María es la segunda parte de Le deseo y la fotopó... es porque me mandaban fotos de conciertos y alguna que no había pedido... Me sirvió para que no me enviaran más fotos inesperadas.
–Pregonera en 2015, 30 años después de la primera mujer que lo dio y fue...
–¿Rocío Jurado?
–Sí. ¡Vaya compromiso!
–La veía todos los veranos en el teatro Pemán. Pero la presión era por Cádiz, el Carnaval es una religión para nosotros, mi padre es el Catalán Chico, una de las voces más importantes del Falla, y me he criado en San Antonio. Fue un honor enorme, lo más importante de mi carrera junto a los Grammy y la actuación en Las Vegas cantando Si te marchas.
Ser pregonera del Carnaval fue un honor, lo más importante de mi carrera junto a los Grammy"
–Abre tu mente es un himno progay. ¿Lo echamos a pelear con el Sobreviviré de Mónica Naranjo?
–No, los dos son muy del colectivo LGTBI+, pero cada uno tiene su mensaje.
–Aparte de a Juanita Reina, ¿a quién clava en sus imitaciones?
–A Junior. Él dice que soy su mejor imitadora. Lo hago de broma pero con mucho cariño y admiración.
–Para los lectores de fuera de Cádiz, ¿de dónde es el apodo de Catalanes que llevaron su padre y su tío?
–Mis abuelos emigraron a Barcelona tras la Guerra Civil. Mi abuela era la Catalana, el hermano mayor de mi padre, el Catalán Grande, y mi padre, el Chico.
–¿Qué tiene la hija del Catalán que no tenga Merche?
–Soy la misma persona, con o sin lentejuelas. La que canta va más arregladita y más maquillada que una puerta, pero es la misma que está en su casa, que es la hija del Catalán.
–Para catalanes, los chirigoteros con el tipo de Eugenio que reventaron el Falla...
–¡Qué buenos! Para entender nuestro humor tienes que escuchar mucho Carnaval o conocer muy bien a los gaditanos. Son maravillosos, con esa ironía, esa manera de quedarse con el público. En Cádiz hacemos humor con las tragedias para superarlas con una sonrisa.
–"Uso tacones cuando quiero". ¿No está harta de no ir plana?
–Ya quiero menos, prefiero las deportivas, pero siempre me ha gustado mucho un tacón y las botas.
–Tenemos 50 palos ya.
–Tendrá que ver, hijo mío. Pero me los sigo poniendo porque me vuelven loca y con un vestido de noche unas deportivas no pega.
–Ni unas manoletinas.
–No soy yo de manoletinas.
–Tiene una hija, Ambika, de 14 años. ¿Cómo concilia una madre soltera?
–Haciendo malabares con el tiempo y con ayuda por tanto viaje. Ya es mayorcita y es muy buena. Cuando era más pequeñita, yo volvía de un concierto reventada y me ponía a estudiar con ella.
–Cuentan que es usted una de las solteras más codiciadas del momento.
–¿Quién lo cuenta, chiquillo?
–Algunos compañeros.
–Ya me los presentará, la cosa está chunguísima.
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