"Está guay llegar a un sitio como si fueras el Manchester United"
Alejandro Pérez, 'El Peluca' | Chirigotero

¡DESMELENE, EH! Un chaval con 26 años recién cumplidos puso en pie el Falla de Cádiz durante el Carnaval. Alejandro Pérez, El Peluca (Cádiz, 1999) mereció el aplauso unánime del público y los votos del jurado para ganar el concurso de chirigotas con un tipo con el que se la jugó. El líder de los Calaíta triunfó a lo grande en su tributo al humorista Eugenio, lleno de ingenio y tronchantes giros de guión, y sin apenas mover un músculo de la cara salvo para cantar. ¡Desmelene, eh!
–Se llama Alejandro, tiene el cabello largo y lo llaman Ale Peluca. Un cero en originalidad para su mote. ¿No sería más carnavalesco que le dijeran Peluca a un calvo?
–Sí, de chico tenía el pelo larguito y todo viene por el fútbol, no se sabían mi nombre en el barrio y jugando a la pelota me llamaban Peluca o Peluquita, y se me quedó. En una época me rapé pero me seguían llamando Peluca.
–Jugó en las categorías inferiores del Cádiz.
–Digo, delantero centro, el pichichi. Ni tan mal, hubo años peores y mejores, y lo dejé por las lesiones. Fue una etapa muy bonita en el Cádiz.
–¿Es el Lamine Yamal del Falla?
–Me lo dicen mucho, el Lamine Yamal de la chirigota. Soy Ale Peluca y llegaré donde pueda llegar.
–Es un ingenioso estudiante de Ingeniería Mecánica y Diseño Industrial, valga la redundancia.
–Terminé la carrera y me falta el trabajo de fin de grado. Me he pegado allí unos añitos, pero soy tranquilo, me tomo las cosas a mi manera.
–Parecía un chiste pero no...
–Es curioso porque lo primero que saqué de la chirigota fue el estribillo, en abril o mayo del año pasado. Un catalán ganando en el Falla... Pues ganó, picha, de locos.
–No imagino el momento en que se le ocurrió que un catalán muy serio sería un tipo gracioso para una chirigota.
–No sé, llevaba años con ese tipo. Me llamaba mucho la atención un señor tan serio, tan lúgubre, tan apagado, me gustaba, creía que podía funcionar... y tanto.
–Vaya pelotazo cuando salió al Falla el hijo de Eugenio y soltaron: "Yo soy tu padre".
–"¿Gerarddddd, yo soy tu padreeee!". Estuvo del carajo y el tío se lo tomó muy bien. El carácter de los catalanes es muy distinto al de los andaluces, pero al final él es un humorista, se dedica al espectáculo como su padre y es un cachondo.
–Se hinchó a ver tutoriales de fonética catalana. ¿Lo llamó Puigdemont para ponerle alguna peguita?
–No, pero me he hartado de currar y se valora. El trabajazo ha sido flipante, por supuestísimo del grupo, pero yo estaba obsesionado con la chirigota, con el catalán, con Eugenio... 24 horas y 7 días a la semana en mi cabeza con Eugenio a muerte. Llegué a llorar con los cuplés porque no se me ocurría nada para escribir y estaba tela de agobiado. Los catalanes nos han felicitado por el acento.
–Para alguien de su edad, beber vodka en vaso de tubo y fumar Ducados debe sonarle a la Prehistoria...
–Imagínese. No bebo ni cubatas, soy cervecero. Y no fumo. En las actuaciones mezclamos agua con colorante del Mercadona para que parezca vodka con naranja.
–El hijo de un amigo le dijo muy sorprendido: "Anda, que los Calaíta están basados en un tío de verdad".
–Flipó cuando se enteró que ese hombre existió, ¿no? Uno de mis miedos era no saber cómo iba a captar la chirigota la gente joven y al final le ha gustado a todos los públicos. Había un montón de niños chicos disfrazados de nosotros, cantando lo nuestro, brutal.
–Yo hacía 12 años que no seguía el Carnaval y me reenganché otra vez en febrero.
–Eso ha dicho mucha gente: o no les gustaba y se han enganchado gracias a nosotros o lo tenían olvidado y hemos llamado su atención.
Llegué a llorar con los cuplés porque no se me ocurría nada para escribir y estaba tela de agobiado"
–¿Cuándo se dio cuenta de que tenía un bastinazo entre las manos?
–De primeras no, ni yo ni ningún componente de la chirigota. Tenía al grupo tan mentalizado para ir a cantar sólo un día, intentar pasar a cuartos y a disfrutar, que no nos lo terminamos de creer. En las semifinales ya vi la respuesta del teatro con los dos pasodobles, el cuplé de Wisconsin, la gente de pie... y ahí sí dije que me veía en la final, pero ni de coña me esperaba un primer premio.
–¿Qué es lo mejor de ser el primer premio del Carnaval? ¿Y qué no es como se esperaba y le molesta?
–Lo más gratificante es que todos estaban contentos de que ganaran los Calaíta, no pasa a menudo que el pueblo pide un primer premio tan claro. Y lo peor, que cuando estás arriba te das cuenta de toda la mierda que hay detrás de este mundillo, ese veneno malo, esa envidia, y cómo cambian las personalidades, de uno que ni te miraba a la cara ahora es tu colega y viceversa. Se ve todo el falserío que hay dentro del Carnaval.
–Me encantaron los James Bond, señor Yuyu, enhorabuena por el tercer premio.
–En Córdoba tuve el placer de conocer personalmente al Yuyu y todo muy bien. Me dijo que esa trifulca que hubo en las redes de que se había molestado porque habíamos ganado nosotros la final de la chirigota no era así para nada. Es un encanto.
–El colega Pedro Espinosa compara su eclosión con la de Juan Carlos Aragón en sus inicios. Menudo papelón...
–Sí, da un poquito de vértigo. No porque crea que se me vaya a quedar grande el concurso, sino por las comparaciones. La gente te pone unas expectativas y al final Juan Carlos es Juan Carlos y no habrá nadie como él. No es que me limite, pero sí da vértigo porque si estás un peldaño por debajo ya van a por ti.
–¿Liga más siendo Eugenio o El Peluca?
–No sé, pero el disfraz de Eugenio es guapo, ¿eh? Está chulo. Creo que con los dos.
–¿Le ha ofrecido un cameo en la chirigota a Teófila Martínez? Clavaría el tipo...
–¡Uffff! Nunca he conocido a Teófila Martínez, cuando fue alcaldesa de Cádiz me cogió muy chico.
–Hacen bolos a tutiplén. ¿Cómo se sienten siendo como Mick Jagger y los Rolling Stones?
–Estamos como si fuéramos los Beatles de Cádiz, todo el día de gira. Es una experiencia nueva que estamos asimilando y aprendiendo de los errores en cuanto a organización porque nos coge a todos de nuevas, pero está guay llegar a un sitio como si fueras el Manchester United y la gente aclamándote en el autobús, sólo les faltan las bengalas y banderas. Te sientes muy querido pero también te rayas y piensas: "Pero por qué me quiere a mí la gente, quién soy yo, no he hecho nada, cohone".
–En la gira van a Cataluña.
–Sí, estaremos allí un mes en verano. Impresionante, muy guay.
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