El campo y la tecnología se encuentran en el corazón del Valle de los Pedroches, así se produce la leche de Covap
Mercadona: productos con origen
La leche es un producto que consumimos a diario, que damos por sentado, y que hoy vemos desde otra perspectiva, desde su origen. Te contamos cómo se produce la leche de vaca de Covap, una de las cooperativas más relevantes de España, y que lleva más de 20 años siendo proveedor de lácteos de Mercadona
En Pozoblanco, el día comienza temprano, cuando aún el sol no ha despuntado entre las encinas del Valle de los Pedroches. El cielo está despejado tras días de lluvia que aún dejan charcos en el camino, y el frío de la mañana obliga a abrigarse, aunque te regala la sensación de estar respirando aire puro. Es lo bueno del campo. En ese entorno, empieza una jornada repleta de visitas por muchos de los lugares notables de Covap, una de las cooperativas más importantes de España que nos guía y explica sus procesos, cada vez más automatizados pero que están lejos de perder identidad.
Y es que Covap es su gente, sus más de 1200 trabajadores, residentes, en su mayoría, en el Valle de Los Pedroches; sus más de 4.500 socios activos que convierten a este modelo cooperativista en motor económico de su entorno.
La sabiduría del campo de la mano de la ciencia
Nuestra primera parada fue en una de las ganaderías asociadas a Covap, donde comprobamos de primera mano cómo la tecnología ha transformado una de las tareas más tradicionales del campo: el ordeño. Aquí, son las propias vacas las que deciden cuándo acercarse a la máquina de ordeño automática, que las identifica, les suministra alimento y realiza el proceso completo con precisión y sin estrés. A simple vista puede parecer un gesto rutinario, casi mecánico, pero detrás hay años de investigación.
En nuestra ruta, también visitamos una segunda ganadería asociada a Covap, "Huerta Los Tobías", donde el nieto de fundador, Tobías Madueño, nos habla de esta forma de vida que es en sí su legado familiar "somos una ganadería familiar, de tercera generación, ahora estamos mi primo y yo y esperamos que nuestros hijos sigan nuestro camino si les gusta".
Madueño nos habla de las tareas del campo, que aunque ahora han mejorado gracias a la tecnología, siempre necesitará la labor humana. "Nuestro día a día empieza a las 6 de la mañana, revisamos el ordeño o si hay alguna vaca de parto y luego nos dividimos el trabajo: arreglamos las camas de las vacas a diario, acercamos la comida y alimentamos a las novillas jóvenes y terneros más pequeños". Aquí la vocación y el compromiso diario es lo que mantiene todo en marcha, aunque se plantea el desafío en el horizonte de que cada vez son menos los que quieren dedicar su vida al campo.
Sin ganadería de futuro, sin jóvenes en el campo, no tendríamos producción. Para Covap, es fundamental el relevo generacional de las ganaderías de leche.
Para eso, la cooperativa, en enero de 2024 creó el Departamento de Producciones Ganaderas, cuyo reto principal es la continuidad de las producciones, y que tiene diferentes líneas de actuación, el palabras de Emilio de León, director de producciones ganaderas, "desde el punto de vista de la mecanización y digitalización de las ganaderías, pretendemos reducir la cantidad de mano de obra física necesaria, por lo que apoyamos los arrimadores automáticos de comidas o los robots de ordeño para mejorar la calidad de vida del ganadero; también, hemos creado la oficina de apoyo al relevo generacional donde organizamos el relevo de padres a hijos desde el punto de vista fiscal, y les asesoramos para inventariar toda la finca para dividir en bloques para los distintos familiares; y por último y no menos importante, hemos creado el proyecto 'ordeñando el futuro', en colaboración con Cruz Roja, donde formamos a migrantes, para atraer mano de obra a la ganadería".
Tradición y futuro: el campo como laboratorio vivo
En Covap, la tecnología no sustituye al campo, lo acompaña, mejora y respeta. Esa misma lógica es la que encontramos en nuestra próxima parada del día: los cultivos. En el departamento de innovación agroalimentaria no solo analizan variedades de trigo, cebada y otros cereales, si no que testean para saber qué cultivos requieren menos agua, cuáles ofrecen mayor aporte nutricional al ganado y cómo pueden adaptarse a un entorno cambiante sin perder calidad ni rendimiento.
"Estamos buscando nuevas variedades de cereales y leguminosas que se adapten a las condiciones de clima y suelo de las principales zonas que abastecen nuestra planta de alimentación animal, por ejemplo, este año estamos evaluando 35 variedades diferentes de cereales y 18 de leguminosas". Así nos lo cuenta José Manuel Muñoz, que trabaja en el Departamento de Innovación en el Sector Primario y Agricultura, y habla con orgullo de los proyectos que están llevando a cabo en Covap a la hora de promover el cultivo local.
"En el proyecto Agrisol evaluamos diferentes métodos de fertilización de suelo aprovechando subproductos orgánicos que se generan en las ganaderías de nuestros socios" nos dice, es su forma de transformar un reto en oportunidad, "estamos reduciendo la dependencia que hay a abono inorgánico, estamos mejorando la estructura del suelo, su capacidad de retención de agua, su biodiversidad y fertilidad".
Una apuesta por la innovación con raíces, donde la tecnología se pone al servicio del campo, que es de donde parte todo y donde la sostenibiidad tiene un papel fundamental.
Una cadena corta para una leche más fresca
La cercanía lo facilita todo: las ganaderías asociadas están a menos 20 minutos de la planta. Esa proximidad no solo acorta los tiempos, también preserva la frescura de la leche y agiliza un proceso que, aunque complejo, aquí fluye con naturalidad.
Cada litro de leche está trazado desde su origen hasta el consumidor, se analiza y se trata con sumo cuidado desde que la leche llega en camiones cisterna hasta que se convierte en un producto terminado listo para ser enviado a los lineales de Mercadona, que distribuye múltiples referencias elaboradas por Covap como la leche desnatada, semi, entera o sin lactosa en diferentes envases; batidos o mantequilla, entre otros.
La proximidad, el control y la eficiencia en el proceso garantizan la calidad
Maribel Romero Vargas, coordinadora de calidad de lácteos nos cuenta el paso a paso de cómo se produce la leche en Covap:
- La leche se analiza por primera vez por el transportista, una vez que se recoge de la ganadería de los socios. Si está bien estabilizada y tiene todas las características organolécticas bien, se carga en la cisterna.
- La cisterna mantiene una temperatura por debajo de los 8 grados, algo fundamental en un producto precedero. Una vez que llega a la planta, se coge otra muestra para analizarla y si los controles están bien, se le da entrada y recepciona en los silos de leche cruda.
- En estos silos se termiza la leche. Se le da un tratamiento térmico bajo unos 70-75 grados. Se normaliza la grasa según si se quiere leche entera, leche semidesnatada o leche desnatada.
- Estos silos de leche termizada ya estarían listos para recibir UHT, para que el producto sea estable a lo largo de la vida útil a temperatura ambiente.
- Contamos con cinco equipos de tratamiento térmico UHT y doce envasadoras de las que ya saldría el producto final y listo para distribuirse.
Del origen al éxito: la evolución compartida de COVAP y Mercadona
Manolo Blanco, director de Industria Láctea, nos habla de cómo la sinergia entre la compañía y la cooperativa ha encontrado en la producción local y gran distribución la fórmula perfecta. "Con Mercadona empezamos a trabajar en 2002, entonces envasábamos unos 60 millones de litros, y hemos pasado a unos 300 millones de litros, gracias esta relación hemos conseguido crecer exponencialmente y siempre garantizando tres pilares: la calidad del producto, que esté buena y sea buena la leche; surtidos adaptados a las necesidades de los clientes y por supuesto, abastecer la demanda".
Compartir valores hace que esta unión tenga un éxito constante. Los resultados no son más que el reflejo del esfuerzo y la dedicación de todos los integrantes de una cadena que busca la excelencia del producto.
Esta visita nos revela una cadena compleja y comprometida, donde cada fase cuenta: desde la investigación de cultivos más sostenibles para alimentar al ganado, hasta el cuidado diario de los animales y de quienes los crían. Al mismo tiempo, se protege el futuro de las familias ganaderas —amenazado por la falta de relevo generacional—, mientras que en la planta cada paso se ejecuta con precisión y una visión clara de futuro.
Pasión y delicadeza por un producto que nace en el corazón del Valle de los Pedroches y llega a nuestras mesas cada día; cuyo valor entendemos mejor al conocer todo lo que hay detrás y que, probablemente, ya no volveremos a mirar igual.